Álbum One Way Ticket To Hell ...And Back de Darkness - Canciones
One Way Ticket To Hell ...And Back
Reseña
El segundo álbum de la banda, One Way Ticket to Hell... and Back, de 2005, es una obra marcada por la ambición desmedida y las presiones de suceder a un debut monumental. Por lo tanto, para este trabajo, The Darkness decide doblar la apuesta por la grandilocuencia. De hecho, contratan al legendario productor Roy Thomas Baker, el arquitecto del sonido operístico de Queen, para crear un disco aún más épico y exagerado.
En consecuencia, la producción del álbum es absolutamente masiva. Cada canción está repleta de capas de guitarras, armonías vocales complejas, arreglos de cuerda, pianos e incluso instrumentos exóticos como el sitar o las flautas de pan. Como resultado, el sonido es denso y, a veces, abrumador, un auténtico ejercicio de rock barroco.
El primer sencillo, "One Way Ticket", es un ejemplo perfecto de esta dirección: una canción con un riff potente, un estribillo pegadizo y una producción grandilocuente que incluye una flauta de pan en la introducción. Además, el álbum contiene baladas de gran calidad como "Seemed Like a Good Idea at the Time" o la rockera "Is It Just Me?".
Sin embargo, a pesar de su calidad, el álbum no logró replicar el éxito de su predecesor. Por un lado, la crítica lo consideró excesivo y autoparódico. Por otro, las tensiones internas en la banda, agravadas por los excesos, llevaron a la marcha del bajista y, poco después, a la disolución del grupo. En definitiva, 'One Way Ticket to Hell' es el sonido de una banda que vuela demasiado cerca del sol, una obra fascinante y excesiva que representa el final de su primera y explosiva etapa.
Listado de canciones del álbum One Way Ticket To Hell ...And Back
- One Way Ticket 4:26
- Knockers 2:43
- Is It Just Me? 3:05
- Dinner Lady Arms 3:16
- Seemed Like A Good Idea At the Time 3:34
- Hazel Eyes 3:25
- Bald 5:31
- Girlfriend 2:33
- English Country Garden 3:06
- Blind Man 3:25
El segundo álbum de la banda, One Way Ticket to Hell... and Back, de 2005, es una obra marcada por la ambición desmedida y las presiones de suceder a un debut monumental. Por lo tanto, para este trabajo, The Darkness decide doblar la apuesta por la grandilocuencia. De hecho, contratan al legendario productor Roy Thomas Baker, el arquitecto del sonido operístico de Queen, para crear un disco aún más épico y exagerado.
En consecuencia, la producción del álbum es absolutamente masiva. Cada canción está repleta de capas de guitarras, armonías vocales complejas, arreglos de cuerda, pianos e incluso instrumentos exóticos como el sitar o las flautas de pan. Como resultado, el sonido es denso y, a veces, abrumador, un auténtico ejercicio de rock barroco.
El primer sencillo, "One Way Ticket", es un ejemplo perfecto de esta dirección: una canción con un riff potente, un estribillo pegadizo y una producción grandilocuente que incluye una flauta de pan en la introducción. Además, el álbum contiene baladas de gran calidad como "Seemed Like a Good Idea at the Time" o la rockera "Is It Just Me?".
Sin embargo, a pesar de su calidad, el álbum no logró replicar el éxito de su predecesor. Por un lado, la crítica lo consideró excesivo y autoparódico. Por otro, las tensiones internas en la banda, agravadas por los excesos, llevaron a la marcha del bajista y, poco después, a la disolución del grupo. En definitiva, 'One Way Ticket to Hell' es el sonido de una banda que vuela demasiado cerca del sol, una obra fascinante y excesiva que representa el final de su primera y explosiva etapa.