Álbum In the Flesh Live de Roger Waters - Canciones
In the Flesh Live
2000 | 
La puntuación está basada en 11 votos.
Reseña
La discografía de Roger Waters se enriquece con este poderoso doble álbum en directo, que documenta su triunfal regreso a los escenarios a finales de los noventa. Este disco es una celebración de toda su carrera, fusionando a la perfección su material en solitario con los grandes clásicos que compuso para Pink Floyd. Por consiguiente, el repertorio ofrece una visión completa y cohesionada de su universo temático y musical.
De hecho, las canciones de Pink Floyd, como "Dogs" o "Shine On You Crazy Diamond", adquieren una nueva crudeza y una intensidad renovada en manos de una banda engrasada y potente. Además, al interpretarlas junto a sus temas en solitario, Waters las recontextualiza, subrayando el hilo conductor que une toda su obra. Es decir, el álbum funciona como un argumento que reivindica su papel como el principal arquitecto del legado de Floyd. En definitiva, es un directo impecable y un documento esencial de su poder como intérprete.
Disco 1
- In The Flesh 4:41
- The Happiest Days Of Our Lives 1:34
- Another Brick In The Wall, Part 2
- Mother 5:37
- Get Your Filthy Hands Off My Desert
- Southampton Dock
- Pigs On The Wing, Part 1
- Dogs 16:26
- Welcome To The Machine 6:57
- Wish You Were Here 4:54
- Shine On you Crazy Diamond (Parts 1-8)
- Set The Controls For The Heart Of The Sun
Disco 2
- Breathe (In The Air) 3:22
- Time 6:24
- Money 6:11
- The Pros And Cons Of Hitch Hiking, Part 11(AKA 5:06 AM - Every Stranger's Eyes)
- Perfect Sense (Parts 1 And II)
- The Bravery Of Being Out Of Range 5:05
- It's A Miracle 8:12
- Amused To Death 9:24
- Brain Damage 4:07
- Eclipse 2:18
- Comfortably Numb 8:10
- Each Small Candle 9:08
1 Comentarios de los usuarios
- : Un buen disco, solo que en show le falto ser mas espectacular, esto porque a si nos tiene acostumbrados Waters, Siempre tan espectacular !!!
Saludos !!!
De hecho, las canciones de Pink Floyd, como "Dogs" o "Shine On You Crazy Diamond", adquieren una nueva crudeza y una intensidad renovada en manos de una banda engrasada y potente. Además, al interpretarlas junto a sus temas en solitario, Waters las recontextualiza, subrayando el hilo conductor que une toda su obra. Es decir, el álbum funciona como un argumento que reivindica su papel como el principal arquitecto del legado de Floyd. En definitiva, es un directo impecable y un documento esencial de su poder como intérprete.
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