Álbum Dímelo en la calle de Joaquín Sabina - Canciones

Dímelo en la calle

Listado de canciones del álbum Dímelo en la calle

  1. No Permita La VirgenVer letra 4:12

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    letra de No Permita La Virgen

    No permita la virgen que tengas poder

    sobre lágrimas, egos, haciendas,

    cuando labio sin ánima quieran querer-

    te al contado liquida la tienda.


    No te pases un pelo de listo, no invier-

    tas en cristos, no te hagas el tonto,

    las hogueras a primera vista cuché

    de revista, se apagan bien pronto.


    El caballo de Atilo no sabe trotar

    sin hollar azulejos silvestres,

    los vencejos con ánimo de molestar

    coleccionan estatuas ecuestres.


    Cosas de quita y pon,

    mariposas de sangre marrón,

    carnavales en los arrabales

    de mi corazón.


    La belleza es un rabo de nube

    que sube de dos en dos las escaleras,

    un carné exclusivo de socio

    del pingüe negocio de la primavera,




    un barril de cerveza que mata de sed,

    un melón con pezón de sandía,

    un espía enemigo, un contigo al revés,

    un ombligo de bisutería.


    Cosas de quita y pon,

    mariposas de sangre marrón,

    no me quieras querer,

    no me quieras matar, corazón.


    Cosas de quita y pon,

    mariposas de sangre marrón,

    cardenales en los funerales

    de mi corazón.


    No permita la virgen que tengas poder.

  2. Vámonos Pal Sur
  3. La Canción Más Hermosa Del MundoVer letra 4:54

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    letra de La Canción Más Hermosa Del Mundo

    Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda,

    medio par de zapatos de clown y un alma en almoneda,

    una hispano olivetti con caries, un tren con retraso,

    un carné del Atleti, una cara de culo de vaso,


    un colegio de pago, un compás, una mesa camilla,

    una nuez, o bocado de Adán, menos una costilla,

    una bici diabética, un cúmulo, un cirro, una strato,

    un camello del rey Baltasar, una gata sin gato,


    mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy, las damas primero,

    mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres Mosqueteros,

    mi Tintín, mi yo-yo, mi azulete, mi siete de copas,

    el zaguán donde te desnudé sin quitarte la ropa.




    Mi escondite, mi clave de sol, mi reloj de pulsera,

    una lámpara de Alí Babá dentro de una chistera,

    no sabía que la primavera duraba un segundo,

    yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.


    Les presento a mi abuelo bastardo, a mi esposa soltera,

    al padrino que me apadrinó en la legión extranjera,

    a mi hermano gemelo, patrón de la merca ambulante,

    a Simbad el marino que tuvo un sobrino cantante,


    al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha,

    a mi chupa de cota de mallas contra la desdicha,

    mariposas que cazan en sueños los niños con granos

    cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo sin manos.


    Me libré de los tontos por ciento, del cuento del bisnes,

    dando clases en una academia de cantos de cisne,

    con Simón de Cirene hice un tour por el monte Calvario,

    ¿qué harías tú si Adelita se fuera con un comisario?


    Frente al cabo de poca esperanza arrié mi bandera,

    si me pierdo de vista esperadme en la lista de espera,

    heredé una botella de ron de un clochard moribundo,

    olvidé la lección a la vuelta de un coma profundo.


    Nunca pude cantar de un tirón

    la canción de las babas del mar, del relámpago en vena,

    de las lágrimas para llorar cuando valga la pena,

    de la página encinta en el vientre de un bloc trotamundos,

    de la gota de tinta en el himno de los iracundos.


    Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

  4. Como Un Dolor De MuelasVer letra 2:57

    [X]

    letra de Como Un Dolor De Muelas

    Como si llegaran a buen puerto mis ansias,

    como si hubiera donde hacerse fuerte,

    como si hubiera por fin destino para mis pasos,

    como si encontrara mi verdad primera,


    como traerse al hoy cada mañana,

    como un suspiro profundo y quedo,

    como un dolor de muelas aliviado,


    como lo imposible por fin hecho,

    como si alguien de veras me quisiera,

    como si al fin un buen poema me saliera…

    una oración.


    Como si la arena cantara en el desierto

    los cantos de sirena del mar Muerto,

    como si para crecer sobraran las escaleras,

    como si escribiera un ciego un libro abierto.




    Ven a poblar el zócalo de ojos,

    siembra de migas de pan caliente

    mis canas de alcanfor adolescente.


    Ponle al sordo voz y alas al cojo,

    bendice nuestro arroz, nuestro minuto,

    como si no fuéramos cómplices del luto…

    del corazón.

  5. 69 Punto G
  6. Peces De CiudadVer letra 5:05

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    letra de Peces De Ciudad

    Se peinaba a lo garçon
    la viajera que quiso enseñarme a besar
    en la gare d'austerlitz.
    Primavera de un amor
    amarillo y frugal como el sol
    del veranillo de san martín.
    Hay quien dice que fui yo
    el primero en olvidar
    cuando en un si bemol de jacques brel
    conocí a mademoiselle amsterdam.
    En la fatua nueva york
    da más sombra que los limoneros
    la estatua de la libertad,
    pero en desolation row
    las sirenas de los petroleros
    no dejan reír ni volar
    Y, en el coro de babel,
    desafina un español.
    no hay más ley que la ley del tesoro
    en las minas del rey salomón.
    Y desafiando el oleaje
    sin timón ni timonel,
    por mis sueños va, ligero de equipaje,
    sobre un cascarón de nuez,
    mi corazón de viaje,
    luciendo los tatuajes
    de un pasado bucanero,
    de un velero al abordaje,
    de un no te quiero querer.
    Y cómo huir
    cuando no quedan
    islas para naufragar
    al país
    donde los sabios se retiran
    del agravio de buscar
    labios que sacan de quicio,
    mentiras que ganan juicios
    tan sumarios que envilecen
    el cristal de los acuarios
    de los peces de ciudad
    Que mordieron el anzuelo,
    que bucean a ras del suelo,
    que no merecen nadar.
    El dorado era un champú,
    la virtud unos brazos en cruz,
    el pecado una página web.
    En comala comprendí
    que al lugar donde has sido feliz
    no debieras tratar de volver.
    Cuando en vuelo regular
    pisé el cielo de madrid
    me esperaba una recién casada
    que no se acordaba de mí.
    Y desafiando el oleaje
    sin timón ni timonel,
    por mis venas va, ligero de equipaje,
    sobre un cascarón de nuez,
    mi corazón de viaje,
    luciendo los tatuajes
    de un pasado bucanero,
    de un velero al abordaje,
    de un liguero de mujer.

    y cómo huir
    cuando no quedan
    islas para naufragar
    al país
    donde los sabios se retiran
    del agravio de buscar
    labios que sacan de quicio,
    mentiras que ganan juicios
    tan sumarios que envilecen
    el cristal de los acuarios
    de los peces de ciudad
    Que perdieron las agallas
    en un banco de morralla,
    en una playa sin mar.

  7. El Café De NicanorVer letra 4:57

    [X]

    letra de El Café De Nicanor

    La noche que Guillermina

    no contenta con la patria potestad

    y el ático en Concha Espina,

    quiso el Volvo en propiedad,

    tirado en una cuneta

    me desperté,

    a dos leguas de El Café,

    con una maleta al hombro

    llena de escombros

    y un bollo de pan de ayer.


    "Le hemos echado de menos"

    me dijo el bueno del barman que me sirvió,

    vaso largo y con limón,

    la misma copa de ron

    que, el lunes va a hacer un año,

    me dejé en el mostrador.


    Después de pagar dos rondas

    (tres, contando la del baño)

    recuperé,

    entre la condesa y Julio.

    mi escaño de contertulio,

    mi carné de fundador

    de la mesa más redonda

    de El Café de Nicanor.




    Estaban Gámez el astronauta,

    Gastón el flauta, Mari la tetas,

    el novillero poeta con su mujer,

    el pobre don Agapito

    y un camellito sin dientes

    paisano de un primo hermano

    de algún pariente lejano

    de Ana Belén.


    Asociado en sociedad

    con tales socios,

    se pueden imaginar

    que los amores van mal,

    la salud ni fu ni fa

    y no van bien los negocios.


    Se nos sube a la cabeza

    la espuma de una tristeza

    crepuscular,

    el óxido de los días,

    las utopías con hielo,

    el azul galimatías

    del cielo según san Juan,

    un calcetín con tomate

    y el último disparate

    de Nicanor,

    que cuando le preguntaron

    si había estado enamorado,

    como es un hombre sincero,

    "yo, no señor -contestó-,

    yo siempre fui camarero".


    Estaban Gámez el astronauta,

    Gastón el flauta, Mari la tetas,

    el novillero poeta con su mujer,

    el pobre don Agapito

    y un camellito sin dientes

    sobrino de un primo hermano

    de algún pariente asturiano

    de Víctor Manuel.


    Asociado en sociedad

    con tales socios,

    se pueden imaginar

    que los amores van mal,

    la salud mejor ni hablar

    y no van bien los negocios

  8. Arenas MovedizasVer letra 4:47

    [X]

    letra de Arenas Movedizas

    Mañana cuando era tan pequeño

    por el Acantilado del Obispo caí

    persiguiendo un pájaro sin dueño

    y aterricé en un polvorín


    de arenas movedizas

    bajo un cielo de betún,

    caracolas que agonizan

    sin decir ni mu.


    Cuando el gallo a sueldo de la madrugada,

    llegó con su kikirikí,

    desperté soñando que viajaba

    desnudo con un maletín


    de arenas movedizas

    bajo un cielo de alquiler,

    alfileres que agonizan

    antes de nacer.


    A mi cita fui pero el horizonte

    se había cansado de esperar,

    me llamó san Pedro por mi nombre

    y no le quise contestar.




    Y arenas movedizas

    bajo un cielo de almidón,

    paquebotes que aterrizan

    sin pedir perdón.


    Arenas movedizas

    bajo un cielo regaliz,

    ascensores que agonizan

    por la cicatriz.

  9. Lágrimas De Plástico AzulVer letra 3:45

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    letra de Lágrimas De Plástico Azul

    Por las aceras de la madrugada

    baila con las porteras su milonga al sol,

    con las ojeras que le sobran a tus ojos, corazón,

    un día después de lo que el viento se llevó.


    Las secretarias de las oficinas

    desayunan en la esquina un tentempié

    y cuando bajan de la luna al disco duro de roer,

    con el sueño del revés y un futuro sin mañana, lloran

    lágrimas de plástico azul rodando por la escalera,

    tribus de los mares del sur al oeste de la frontera,

    labios de papel de fumar, sabios que no saben nada,

    náufragos en la catedral, telarañas acostumbradas

    a hacer noche en el cristal.




    Los cirujanos de las decepciones

    cercenan por lo sano la alegría,

    las venas del amanecer almacenan sangre fría

    y cada lunes nace muerto el nuevo día.


    El lápiz comisura de tu boca

    retoca los agravios del carmín,

    los proxenetas se colocan con aseo el peluquín

    y los Romeos se demoran y las Julietas se desenamoran.


    Lágrimas de plástico azul rodando por la escalera,

    tribus de los mares del sur al oeste de la frontera,

    labios de papel de fumar, sabios que no saben nada,

    náufragos en la catedral, telarañas amotinadas...


    Lágrimas de plástico azul con sabor a despedida.

    ¿Cuándo cruzará el autobús este callejón sin salida?

    Labios de papel de fumar, sabios que no saben nada,

    pétalos de flor de hospital, telarañas amotinadas...

  10. Yo También Sé Jugarme La BocaVer letra 4:31

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    letra de Yo También Sé Jugarme La Boca

    Era el pez con mejores caderas

    del mar de la moda,

    se dejaba achuchar por cualquiera

    (incluyéndome a mí),

    sus palabras decían de memoria

    lo que dicen todas,

    sus pupilas contaban historias

    para no dormir.


    Yo era el último mono, un innoble

    mirón solitario,

    en las bodas algún pasodoble,

    de suelto... ni hablar.

    El perfume tabú de Chanel

    y el cubata de Larios

    no acostumbran buscarse un motel

    cuando cierran el bar.


    Porque siempre hubo clases y yo

    soy el hombre invisible

    que una noche soñó un imposible

    parecido al amor.




    Porque el mundo es inusto, chaval,

    pero si me provocan

    yo también sé jugarme la boca,

    yo también sé besar.


    Compartimos la misma toalla,

    distintos sudores,

    todavía quedan islas con playas

    color azafrán.

    Fui su medio limón, su chéri,

    su peor latin lover,

    su lección de español, su desliz,

    su comme ci, su comme ça.


    Pero un día retiraron las mesas

    y... hasta otro verano.

    Las mejores promesas son esas

    que no hay que cumplir

    y... "viajeros al tren, que nos va-

    mos", me dijo un milano,

    "flaco, pórtate bien, au revoir,

    buena suerte en París".


    Porque siempre hubo clases y yo

    no doy bien de marido.

    Otra vez a perder un partido,

    sin tocar el balón.


    Porque el mundo es injusto, chaval,

    pero si me provocan

    yo también sé jugarme la boca,

    qué te voy a contar.

  11. Ya EyaculéVer letra 4:37

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    letra de Ya Eyaculé

    Vístete de putita, corazón,

    vuélveme loco.

    Ponte esas braguitas de nylón

    y luego te las quitas poco a poco.

    No me tengas a dieta,

    me queda una chinita para un peta

    y un disco de boleros

    para jugar contigo,

    a menos de una cuarta de tu ombligo,

    a mancharte de tarta los ligueros.


    Ya, ya, ya eyaculé

    (¿ya?),

    ya, ya, ya eyaculé.


    ¡Ay, negra,

    si tú sipiera!

    Anoche te vi pasar

    y no quise que me viera.

    A él tú le hará como a mí,

    que cuando no tuve plata

    te corrite de bachata,

    sin acordarte de mí.


    Sóngoro cosongo,

    songo bé.




    Vístete de enfermera, corazón,

    que estyo malito.

    Juégate un polvo al trivial del amor,

    me llevas de ventaja dos quesitos.

    No hace falta permiso

    para rodar desnudos por el piso,

    como dos sordomudos,

    sin otro paraíso

    que el que mi lengua invoca

    a las puertas del cielo de tu boca.


    Ya, ya, ya eyaculé

    (¿ya?),

    ya, ya, ya eyaculé.


    Mamatomba,

    serembe cuserembá.


    El negro canta y se ajuma,

    el negro se ajuma y canta,

    el negro canta y se va.


    Tamba, tamba, tamba, tamba,

    tamba del negro que tumba;

    tumba del negro, caramba,

    caramba, que el negro tumba:

    ¡yamba, yambó, yambambé!


    Porque, comadre, los duelos

    son menos duelos con risas

    y los ardores con visa

    y los licores con hielo

    y el corazón a deshora

    y las uñas en la cara,

    me lo dijo una señora,

    disfrazada de cualquiera,

    que quiso que la besara

    como si no la quisiera.


    Ya, ya, ya eyaculé

    (¿ya?),

    ya, ya, ya eyaculé.

  12. Cuando Me Hablan Del DestinoVer letra 3:43

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    letra de Cuando Me Hablan Del Destino

    Yo era un capo en el ambiente,

    derrochaba adrenalina,

    me presentaba en Corrientes,

    tenía palco en el Colón,

    manejaba un convertible,

    no escatimaba propinas,

    las quimeras imposibles

    de otros eran mi rutina,

    no había nacido la mina

    que me dijera que no.


    Pero pucha, un un veintinueve

    de aquel febrero bisiesto

    me vi pernoctando un jueves

    en un banco de estación,

    sin más ajuar que lo puesto,

    ni credit card, ni cobija.

    Las ratas que huían del barco

    del retrato de mis hijas

    me afanaron hasta el marco

    creyendo que era art decó.




    Las coristas y las farras

    se esfumaron con la guita,

    los muchachos de la barra

    no me echaron ni un piolín;

    Charly no tuvo un detalle

    ni Fito un “¿qué necesitas?”

    cuando, al cabo de la calle,

    rompí mi caricatura,

    ni el camión de la basura

    tuvo un jergón para mí.


    Disqué el movicón amado

    de una gatita de angora,

    “no moleste a la señora”,

    contestó el contestador.

    Y aprendí que estar quebrado

    no es el infierno del Dante,

    ni un currículo brillante

    la lámpara de Aladino,

    cuando me hablan del destino

    cambio de conversación.


    Espejismos rosicleres

    ya no me fruncen el ceño,

    ni me cobran alquileres

    las mujeres que olvidé,

    bajo el sol que me apuñala

    vivo sin patria ni dueño,

    como el aire lo regalan

    y el alma nunca la empeño

    con las sobras de mis sueños

    me sobra para comer.


    ¿De qué voy a lamentarme?,

    bulle la sangre en mis venas,

    cada día al despertarme

    me gusta resucitar,

    a quien quiera acompañarme

    le cambio versos por penas,

    bajo los puentes del Sena

    de los que pierden el norte

    se duerme sin pasaporte

    y está mal visto llorar.

  13. Camas VacíasVer letra 5:05

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    letra de Camas Vacías

    Capo en primer trate

    Ya no cierro los bares, ni hago tantos excesos.


    Cada vez son más tristes las canciones de amor.

    Ni tú bordas pañuelos, ni yo rompo contratos.

    Ni yo mato por celos, ni tú mueres por mí.

    antes de que me quieras como se quiere a un gato,

    me largo con cualquiera que se parezca a ti.


    De par en par te abro las puertas que me cierras.

    Me cuentan que el olvido no te sienta tan mal.


    La paz que has elegido es peor que mi guerra.


    Aquella cama nido parece un hospital

    Yo en cambio no he sabido ir a favor del viento,

    que muerde las esquinas de esta ciudad impía.




    Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento,

    desde un hotel de lujo, con dos camas vacías.

    Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento,

    desde un hotel de lujo, con dos camas vacías.


    ¿Quién hará mi trabajo debajo de tu falda?.

    La boca que era mía ¿de qué boca será?

    El roto de tu ombligo ya no me da la espalda,

    cuando pierdo contigo lo que gano al billar.


    Aunque nunca me cayo, guardo un par de secretos.

    Lo digo de hombre a hombre, de mujer a mujer.

    Ni me caso con nadie, ni guardo pa' mis nietos

    Por no tener, no tengo ni edad de merecer.


    Como pago al contado, nunca me falta un beso.

    Siempre que me confieso, me doy la absolución.

    Ya no cierro los bares, ni hago tantos excesos.

    Cada vez son más tristes las canciones de amor.

    Ya no cierro los bares, ni hago tantos excesos.

    Cada vez son más tristes las canciones de amor.

  14. Semos Diferentes 4:28

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