Álbum Sings the Great Diva Classics de Aretha Franklin - Canciones

Sings the Great Diva Classics

Reseña
El álbum Aretha Franklin Sings the Great Diva Classics es su último trabajo de estudio y un proyecto en el que la Reina del Soul rinde homenaje a otras grandes voces femeninas de la historia. En este disco, por lo tanto, Aretha reinterpreta canciones que fueron popularizadas por artistas como Etta James, Barbra Streisand, Adele o Alicia Keys. De esta manera, bajo la producción de Clive Davis y con arreglos modernos, la legendaria cantante lleva estas composiciones a su terreno.
Además, su versión del "Rolling in the Deep" de Adele, fusionada con "Ain't No Mountain High Enough", se convirtió en un éxito viral, demostrando su vigencia. Por consiguiente, el álbum funciona como un divertido y enérgico ejercicio de estilo, donde Aretha demuestra que su voz seguía siendo un instrumento de un poderío inigualable. Por esta razón, es un testamento final de su amor por la música y un guiño a las generaciones de divas a las que ella misma inspiró.
Listado de canciones del álbum Sings the Great Diva Classics
- At Last
- Rolling in the Deep (The Aretha Version)
- Midnight Train to Georgia
- I Will Survive (The Aretha Version)
- People
- No One
- I´m Every Woman
- Teach Me Tonight
- You Keep Me Hangin´ On
- Nothing Compares 2 U
El álbum Aretha Franklin Sings the Great Diva Classics es su último trabajo de estudio y un proyecto en el que la Reina del Soul rinde homenaje a otras grandes voces femeninas de la historia. En este disco, por lo tanto, Aretha reinterpreta canciones que fueron popularizadas por artistas como Etta James, Barbra Streisand, Adele o Alicia Keys. De esta manera, bajo la producción de Clive Davis y con arreglos modernos, la legendaria cantante lleva estas composiciones a su terreno.
Además, su versión del "Rolling in the Deep" de Adele, fusionada con "Ain't No Mountain High Enough", se convirtió en un éxito viral, demostrando su vigencia. Por consiguiente, el álbum funciona como un divertido y enérgico ejercicio de estilo, donde Aretha demuestra que su voz seguía siendo un instrumento de un poderío inigualable. Por esta razón, es un testamento final de su amor por la música y un guiño a las generaciones de divas a las que ella misma inspiró.