Álbum Memorias de un Ser Humano de Miguel Ríos - Canciones

Memorias de un Ser Humano

Reseña
La evolución conceptual del artista alcanza una nueva cima en la discografía de Miguel Ríos con este álbum de 1974. "Memorias de un Ser Humano" es, sin duda, una obra compleja y de escucha exigente, en la que el rock progresivo se convierte en el vehículo para una profunda reflexión filosófica. Por lo tanto, el disco narra, a modo de ópera rock, las distintas etapas de la vida de un individuo.
Desde el nacimiento hasta la vejez, Miguel Ríos utiliza la música para explorar temas como el amor, la soledad, el éxito y el fracaso. Musicalmente, el álbum es denso y está lleno de matices; por ejemplo, las composiciones fluyen de una a otra, creando una sensación de continuidad narrativa. Además, los arreglos de Waldo de los Ríos aportan una dimensión cinematográfica y grandilocuente al conjunto.
A pesar de su indudable calidad y ambición, el disco resultó ser demasiado hermético para el mercado español de la época. En consecuencia, su éxito comercial fue muy limitado. No obstante, con el paso del tiempo ha sido reivindicado como una de las obras más audaces y personales de Miguel Ríos, un testimonio de su incansable búsqueda artística más allá de las modas.
Listado de canciones del álbum Memorias de un Ser Humano
- Vivirás tanto…como tantas ganas tengas de vivir
- El juglar
- La mina
- Buenos días
- Por si necesitas
- Sweet California
- Desde mi ventana
- Memorias de un ser humano
La evolución conceptual del artista alcanza una nueva cima en la discografía de Miguel Ríos con este álbum de 1974. "Memorias de un Ser Humano" es, sin duda, una obra compleja y de escucha exigente, en la que el rock progresivo se convierte en el vehículo para una profunda reflexión filosófica. Por lo tanto, el disco narra, a modo de ópera rock, las distintas etapas de la vida de un individuo.
Desde el nacimiento hasta la vejez, Miguel Ríos utiliza la música para explorar temas como el amor, la soledad, el éxito y el fracaso. Musicalmente, el álbum es denso y está lleno de matices; por ejemplo, las composiciones fluyen de una a otra, creando una sensación de continuidad narrativa. Además, los arreglos de Waldo de los Ríos aportan una dimensión cinematográfica y grandilocuente al conjunto.
A pesar de su indudable calidad y ambición, el disco resultó ser demasiado hermético para el mercado español de la época. En consecuencia, su éxito comercial fue muy limitado. No obstante, con el paso del tiempo ha sido reivindicado como una de las obras más audaces y personales de Miguel Ríos, un testimonio de su incansable búsqueda artística más allá de las modas.