Álbum My Funny Valentine de Miles Davis - Canciones

My Funny Valentine

Reseña
Este álbum en directo, "My Funny Valentine", es una obra maestra de la emoción y la audacia, y un documento esencial en la discografía de Miles Davis. Grabado en 1964 en el Philharmonic Hall de Nueva York, captura al Segundo Gran Quinteto en una fase temprana, con George Coleman al saxofón, antes de la llegada de Wayne Shorter. El concierto fue un evento benéfico, y la banda tocó con una intensidad sobrecogedora.
El álbum se centra en las baladas del concierto, que son deconstruidas y reinventadas de una forma radical. Miles Davis toma estándares como el que da título al disco o "Stella by Starlight" y los estira hasta el límite, explorando sus melodías con una libertad y una fragilidad que hielan la sangre. Su control del tempo y el espacio es absoluto.
La sección rítmica, con Herbie Hancock, Ron Carter y un jovencísimo Tony Williams, es igualmente revolucionaria. En lugar de simplemente acompañar, crean un diálogo constante con el solista, alterando el ritmo y la armonía de forma impredecible. Ciertamente, este disco es un ejemplo perfecto de cómo una banda puede transformar material conocido en algo completamente nuevo y vanguardista.
Listado de canciones del álbum My Funny Valentine
- My Funny Valentine 15:03
- All of You 14:57
- Stella by Starlight 12:59
- All Blues 8:58
- I Thought About You 11:16
Este álbum en directo, "My Funny Valentine", es una obra maestra de la emoción y la audacia, y un documento esencial en la discografía de Miles Davis. Grabado en 1964 en el Philharmonic Hall de Nueva York, captura al Segundo Gran Quinteto en una fase temprana, con George Coleman al saxofón, antes de la llegada de Wayne Shorter. El concierto fue un evento benéfico, y la banda tocó con una intensidad sobrecogedora.
El álbum se centra en las baladas del concierto, que son deconstruidas y reinventadas de una forma radical. Miles Davis toma estándares como el que da título al disco o "Stella by Starlight" y los estira hasta el límite, explorando sus melodías con una libertad y una fragilidad que hielan la sangre. Su control del tempo y el espacio es absoluto.
La sección rítmica, con Herbie Hancock, Ron Carter y un jovencísimo Tony Williams, es igualmente revolucionaria. En lugar de simplemente acompañar, crean un diálogo constante con el solista, alterando el ritmo y la armonía de forma impredecible. Ciertamente, este disco es un ejemplo perfecto de cómo una banda puede transformar material conocido en algo completamente nuevo y vanguardista.