Álbum Get Happy! de Ella Fitzgerald - Canciones

Get Happy!

Reseña
El álbum Get Happy!, de 1959, es una explosión de swing y de alegría, una colección de canciones en las que Ella Fitzgerald vuelve a demostrar por qué era la reina indiscutible del ritmo. Por consiguiente, en este trabajo, la artista, respaldada por diferentes orquestas, aborda un repertorio de estándares con una energía y una vitalidad contagiosas. De hecho, el título del disco es una declaración de intenciones.
Por lo tanto, el sonido del álbum es el de las grandes orquestas de jazz, con arreglos potentes y una sección rítmica que no da tregua. La producción es espectacular y busca un sonido arrollador que invite al baile. Como resultado, la escucha es una experiencia vibrante y muy divertida.
Además, la canción que da título al disco, "Get Happy!", es un vehículo perfecto para el virtuosismo de la cantante, con un ritmo trepidante y espacio para su brillante improvisación. La interpretación de Ella Fitzgerald a lo largo de todo el disco es un prodigio de la energía y del fraseo sincopado.
En definitiva, 'Get Happy!' es un disco que cumple lo que promete: hacer feliz al oyente. Es un testimonio del lado más lúdico y festivo del jazz, y una nueva confirmación del inmenso talento de una artista inmortal.
Listado de canciones del álbum Get Happy!
- Somebody Loves Me 2:36
- Cheerful Little Earful 2:06
- You Make Me Feel So Young 2:19
- Beat Me Daddy, Eight to the Bar 2:28
- Like Young 3:00
- Cool Breeze 1:56
- Moonlight Becomes You 3:06
- Blue Skies 3:43
- You Turned the Tables on Me 2:31
- Gypsy in My Soul 2:39
- Goody Goody 2:28
- St. Louis Blues 3:53
- A-Tisket, A-Tasket 2:20
- The Swingin' Shepherd Blues 2:50
El álbum Get Happy!, de 1959, es una explosión de swing y de alegría, una colección de canciones en las que Ella Fitzgerald vuelve a demostrar por qué era la reina indiscutible del ritmo. Por consiguiente, en este trabajo, la artista, respaldada por diferentes orquestas, aborda un repertorio de estándares con una energía y una vitalidad contagiosas. De hecho, el título del disco es una declaración de intenciones.
Por lo tanto, el sonido del álbum es el de las grandes orquestas de jazz, con arreglos potentes y una sección rítmica que no da tregua. La producción es espectacular y busca un sonido arrollador que invite al baile. Como resultado, la escucha es una experiencia vibrante y muy divertida.
Además, la canción que da título al disco, "Get Happy!", es un vehículo perfecto para el virtuosismo de la cantante, con un ritmo trepidante y espacio para su brillante improvisación. La interpretación de Ella Fitzgerald a lo largo de todo el disco es un prodigio de la energía y del fraseo sincopado.
En definitiva, 'Get Happy!' es un disco que cumple lo que promete: hacer feliz al oyente. Es un testimonio del lado más lúdico y festivo del jazz, y una nueva confirmación del inmenso talento de una artista inmortal.